Comenzarán las negociaciones por el salario mínimo 2025

 Comenzarán las negociaciones por el salario mínimo 2025

Se intensifica el debate en Colombia sobre el incremento del salario mínimo para el próximo año, un tema que involucra al Gobierno Nacional, a los líderes sindicales y a los empresarios del país. El Ministerio de Hacienda ha comenzado a marcar la pauta para las discusiones, anticipando que el aumento será más moderado en comparación con el ajuste del 2024, cuando se aplicó un incremento superior a los dos dígitos.

El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, explicó el martes que el salario mínimo en Colombia no puede crecer por debajo de la tasa de inflación causada, la cual se toma como referencia para establecer el ajuste salarial. Bonilla indicó que la inflación para octubre se situó en un 5,41%, y se espera que la cifra de noviembre sea ligeramente inferior, alrededor del 5,2%. Con base en estos datos, el aumento del salario mínimo para 2025 debería estar alineado con esa tendencia.

De acuerdo con la normativa vigente, al cálculo de la inflación se le suma un punto por productividad, lo que lleva la estimación de aumento a un 6,2%. Este incremento resultaría en un salario mínimo cercano a los $1.38 millones (1.380.600 pesos) para el próximo año, siempre y cuando se siga la tradicional fórmula de ajuste. Sin embargo, Bonilla aclaró que un aumento superior a esta cifra, especialmente uno que supere el rango de los dos dígitos, no parece viable bajo las condiciones económicas actuales.

El impacto de los incrementos salariales en la economía del país es un tema de análisis constante. Andrés García, decano (e) de Economía de la Universidad del Rosario, destacó que el debate sobre el salario mínimo es clave no solo para el mercado laboral, sino también para la macroeconomía del país. García explicó que el aumento del salario mínimo tiene efectos directos sobre los precios de otros productos debido a la indexación, un fenómeno que en los últimos años ha mostrado signos de relajamiento.

El académico señaló que los aumentos salariales afectan de manera particular a las pequeñas empresas, que constituyen el grueso del tejido empresarial colombiano. Según García, los impactos negativos son más evidentes cuando los aumentos salariales superan la inflación sin un acompañamiento de un crecimiento proporcional en la productividad. Este escenario, subrayó, pone presión sobre las pequeñas empresas, que deben hacer frente a mayores costos laborales sin un incremento paralelo en su capacidad productiva.

Este año, el debate sobre el aumento del salario mínimo se presenta en un contexto de alta incertidumbre económica, con desafíos derivados de la inflación, el desempleo y la desaceleración económica. Los próximos días serán cruciales para definir las posiciones de los diferentes actores sociales y económicos, y determinar cuál será el ajuste definitivo para el salario mínimo de 2025. Las negociaciones entre el Gobierno, los sindicatos y los empresarios continuarán siendo un punto clave para el desarrollo económico y social del país en el próximo año.

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