LA PROPUESTA SOBRE EL FINAL DE LA HISTORIA

 LA PROPUESTA SOBRE EL FINAL DE LA HISTORIA

Por: Carmelo Otálora Figueroa.

Yuval Noah Harari, en su libro: 21 lecciones para el siglo XXI, con una claridad conceptual y sencillez admirable, refiere cómo los seres humanos pensamos más en relatos que en hechos, números o ecuaciones y que entre más sencillo sean mejor. Estos relatos se traducen en fábulas y mitos a nivel de grupos humanos, personas y naciones que han alimentado su devenir, sus creencias   y visión cosmológica y han contribuido al trabajo colaborativo.

Señala, además, que, en el siglo XX, expertos de las élites globales de Nueva York, Londres, Berlín y Moscú, formularon tres grandes relatos, para explicar el pasado presente y el futuro del mundo: los relatos: fascista, comunista y el liberal. En la segunda guerra mundial, el relato fascista basado en resaltar los valores del estado por encima de los individuales, queda tendido en la arena. Hasta la década de los ochenta, la pugna entre   los relatos liberales   y comunista, dominó la geopolítica   del mundo. La caída de la Unión Soviética, marca la caída del relato comunista y a partir de éste momento, sólo queda el liberal, basado en el poder de la libertad, tanto de los ínvidos como de empresa.  El libro El fin de la Historia de Francis Fukuyama en 1982, señala que con la caída del comunismo, las luchas ideológicas   quedan zanjadas y se marca el fin de la historia. Pero al parecer el relato liberal basado en la libertad plena, empieza a mostrar averías y descontento. Su talón de Aquiles, parece centrarse   en las consecuencias que ha traído para el planeta el alto índice de desarrollo sin sostenibilidad, con el consiguiente consumo desaforado de recursos naturales y producción de desechos que están poniendo en    riesgo el planeta.   Hasta el año 2.000, el modelo parecía inigualable y fue adoptado por numerosos países.  Desde 2018, empiezan las dudas.  Los derechos humanos, vuelven sufrir reveses, la emigración se restringe, hay dudas sobre los mercados globales, cierre de fronteras, la idea de construir muros en vez de puentes ronda en el ambiente y se pone en duda las bondades de la globalización.

El relato liberal, no parece ser el fin de la historia y el mundo empieza a quedar sin un discurso que oriente su devenir.

La consecuencia inmediata, ha sido la nostalgia por sistemas del pasado pensando que fue algo mejor. Rusia quiere revivir las etapas doradas del Zarismo, Inglaterra con su Brexit, pone una carga de profundidad a la eurozona y añora la época Victoriana, China adopta el modelo capitalista con serias restricciones a las libertades individuales y la llegada de Donald Tremp al gobierno de EEUU, empieza a reivindicar los valores del nacionalismo, de los viejos sistemas de producción industrial   e insiste en el lema de: América Para Los Americanos.

El mundo   se quedó sin un relato    que lo identifique, lo que hace más difícil explicar la realidad que vivimos y buscar la soluciones en el pasado, no dejar de ser solo una utopía. 

Comentarios y sugerencias: carmelotalora@gmail.com.

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