Obras inconclusas y ambiciones de sus autores
Por: Delimiro Moreno
Ciertos personajes siguen pretendiendo actuar en la política local con ambiciones a ser diputados y hasta gobernadores. Ellos, y sus partidarios creen que la memoria colectiva es tan frágil que ha olvidado su acción; y sacan pecho señalando que tal o cual obra fue iniciativa de su administración y que su ilustre nombre debe ser recordado para siempre y ser colocado en placa de bronce o de mármol para eterna memoria.
Quizá haya que satisfacerlos y dejar constancia de que la obra fue iniciada y contratada por la administración de tal año y que si se ha dado al servicio muchos después, lo fue porque los diseños originales, en el afán de contratar con los amigos financiadores y de ganar las comisiones pactadas en secreto, no se adecuaban al espacio donde se iban a construir; no habían tenido en cuenta elementos esenciales para su desarrollo; no se habían comprado ni los terrenos donde se iban a levantar; habían sido construidas sus primeras partes con tan mal resultado, que se vinieron abajo provocando inclusive la muerte de varias personas; solo se había pensado en la cuantía del contrato original y sus comisiones; habían sido solo un pretexto “grandioso” para obtener estas últimas, se había dejado a su suerte su culminación… y muchas más razones que explican el estado en que fueron dejadas como monumentos a la desidia y la corrupción.
Son muchas esas esas obras inconclusas, auténticos “elefantes blancos”, en la Nación, el Departamento y los municipios. Estadios, hospitales, escuelas, patinódromos, avenidas, parques, etc.
Terminarlas, adecuarlas, financiarlas, debe ser labor de administradores serios, preocupados por el bien común y no por enriquecerse y enriquecer a sus amigos y cómplices.
En Neiva, el compromiso de su actual Alcalde fue el de terminar esas obras inconclusas y darlas al servicio de la comunidad. Se ha logrado en buena parte, y el balance final dirá cuáles fueron finalmente exitosas y las razones por las cuales otra no se pudo terminar como era el propósito. La comunidad dirá finalmente a quien favorece el balance.
ÍNTIMA OBSERVACIÓN
(Dirigida a ciertos examigos)
Si el objetivo de algunos ataques rastreros contra este humilde ciudadano es que me duelan (tanto más cuanto que más amigos fueron sus autores que hoy son mis detractores), lo han logrado. Sí, me duelen, me duelen mientras más amigos fueron ellos y más les agradezco aún esa perdida amistad, pero me duelen, no tanto por mí sino por ellos…